
“Eso me parece lo más bonito. Que se convierta, digamos, en una posibilidad de generar una comunidad de cuidado colectivo. Eso creo que es lo que más me llena profundamente. Y también, pues, evitar que las mujeres vivan esos procesos duros, ¿no? porque hay mujeres que sufren mucho en esos procesos de medicalización muy fuerte de sus gestaciones. Ser la posibilidad de llevarles hacia una experiencia positiva en sus partos, creo que es lo que más me llena el corazón.”
– Silvana García, doula y fundadora del centro de acompañamiento maternal holístico Madre Ancestra.
En noviembre de 2020, debido al aumento de la violencia doméstica durante la pandemia de COVID-19, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres de México publicaron el «Manual para la creación de redes comunitarias de mujeres», en el cual visibilizan la importancia de las redes de apoyo como una herramienta para hacer frente a la escalada de violencia. Este documento retoma el pensamiento de Marta Lamas, antropóloga feminista mexicana, quien sostiene que las relaciones entre mujeres no solo deben basarse en el amor, sino también en la necesidad. Lamas destaca que es fundamental reconocer la importancia de las alianzas políticas entre mujeres para enfrentar la violencia, la inequidad y otros problemas que nos atraviesan.
La violencia obstétrica y las cicatrices de las cesáreas ameritan, cada vez más, redes de apoyo y contención. En Ecuador, varias mujeres trabajan en función de ello y crean comunidades para ofrecer apoyo durante la maternidad. El Círculo de Crianza Vertiente de Amor y Vida, Madre Ancestra y el colectivo El Parto es Nuestro son ejemplos de estas comunidades que, iniciadas y sostenidas por doulas, buscan generar espacios de acompañamiento para las madres.
En este contexto, surge una pregunta recurrente: “¿Qué consejo les darías a otras mujeres para que puedan apropiarse de su parto?” Esta pregunta fue planteada a Alexandra, Alejandra, Melanie, Pilar, Silvia, Sofía, María Gabriela, Lorena y Verónica, las nueve mujeres cuyas historias conocí para escribir este reportaje. Ellas, sin conocerse pero teniendo en común más de lo que imaginan, construyeron un espacio pequeño de resistencia conjunta, porque todas coinciden en algo: no alumbramos solas.
Alexandra
María Alexandra Olivo Villegas, relacionista pública de profesión, escritora por vocación, todóloga de medio tiempo y esposa y mamá de tiempo completo. Cree firmemente en el poder arrollador del amor en todas sus formas.
Alexandra dio a luz a sus hijos por parto natural. Aunque se preparó para ambos nacimientos, en su primer parto le administraron oxitocina sin su consentimiento.
Melanie
Melanie Jackeline Herrera Bonilla es licenciada en Relaciones Internacionales y actualmente trabaja como profesora de idiomas. Es madre de tres pequeños.
Pilar
Guayaquileña, de ascendencia manabita. Física de profesión, Artesana de nacimiento. Dedicó 18 años de su vida a la docencia y actualmente se dedica a las artes manuales a través de un taller de encuadernación. Su familia está compuesta por Luis, su esposo, y Luis D. y Ángela sus hijos.
Silvia
Silvia del Pilar Andino Cadena es administradora de empresas, graduada en Ecuador. Hace 30 años se mudó a Alemania, donde estudió para convertirse en maestra de Kindergarten. Actualmente, vive en Alemania y es madre de una hija.
Sofía
Sofy Velasco Costales, nacida en Riobamba en 1983, se formó como Bioquímica Farmacéutica y trabaja como analista de laboratorio clínico en dicha ciudad. Su vida profesional, orientada a la clínica y farmacia la conjuga con su rol de madre y su dedicación al arte, particularmente, las danzas de medio oriente, la pintura y el canto. Trajo a la vida a su hija, Amanda, en el año 2014.
María Gabriela
María Gabriela Guarderas Barahona, de 50 años, lleva 26 años de feliz matrimonio y se dedica al hogar como ama de casa. Es madre orgullosa de cinco hijos, cuatro de los cuales comparten su vida en la tierra, mientras que uno de ellos le acompaña desde el cielo. Le apasiona cocinar y es de fe católica.
Lorena
Lorena Rodríguez, de 45 años, es una dedicada docente con más de dos décadas de experiencia en el campo educativo. Madre de tres hijos, todos nacidos por cesárea, ha dedicado la mayor parte de su carrera a la enseñanza. Durante 18 años, desempeñó su labor en una institución educativa católica, antes de unirse hace tres años a una unidad educativa fiscal.
Verónica
María Verónica Cely Cajas es mamá de dos niñas y trabaja como doula. Actualmente, se dedica al 100% al acompañamiento de familias desde la gestación, parto, posparto, lactancia y el desarrollo en las diferentes etapas motrices.
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