El amor no duele Suenan sus pisadas sobre las hojas secas. Se acerca lentamente y en un arrullo apenas perceptible, sus brazos rodean mis heridas, y reconocen poco a poco, los restos de lo que fue mi piel. Me besa sin premura, sin prejuicios, haciéndome creer que el amor no duele y las esperas no deben alargarse. Me quita de encima la coraza, y abajo de ella encuentra un corazón roto que apenas sabe como bombear sin sentir dolor. Pero él no se asusta y, como si fuera una reanimación boca a boca, me da el oxígeno que se había esfumado de mis pulmones. Acaricia mis cicatrices y retira la mano con cariño cuando ve que mi mano es quien, ahora, acaricia la piel nueva y rosada. Me espera. Me espera y me observa. Me espera y anhela. Y yo veo, maravillada, como ahora mi paz es la suya, mi desvelo, su desvelo y la libertad es la nuestra. “El amor no duele, cariño” me susurra en el oído. “Contigo, el amor ya no duele, corazón” le respondo con cariño.
El amor no duele
Una respuesta a «El amor no duele»
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Que lindo que puedas escribir al desamor (como en tu anterior poema) y al amor en este…. Que plasticidad…
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